Tengo una amiga que me duele en el alma.

PARA ALMA

Tengo una amiga que me duele en el alma.
Hace años no la veo, hace años se me ha perdido
Hacia tierras lejanas supe que había partido,
No la despedí, pues nunca pensé que jamás la habría perdido.

Ella fue esa amiga que todas deberían tener siempre
Si se quiere alocada, a primera vista sin rumbo, ni principios, ni sentido;
Que ya se ocupara la vida y el tiempo de que encalle en algún sitio.
Y entonces, ya con rumbo, su vida comenzará a tener sentido.
Pero quiera su persistencia que ella se aferre a su locura,
Pues sin estar con ella yo jamás la reconocería.

A mi me encontró en esos momentos sombríos de recorrido,
Donde una debiera decidir, actuar y corregir,
Pero el “debiera” es un mandato y una se siente una hoja
A la que el viento sopla en la dirección que toca
Y una se deja con placer infinito
Eso fue para mi Alma, un viento que cura aventándome
No me cuestionó, me subió a su nube y allí muy arriba me contó sus sueños
Enredándome en los vericuetos de su hermosa veinteañera locura

¿Cuan distintas éramos ayer?, Hoy en la adultez descubrí que fue lo que me unió
El dolor de tantos años de carencias….
Nunca entendiste por que yo comprendía tus sueños y tus otrora inalcanzables metas,
Sencillamente por que eran tan parecidas a las mías,
Yo adivinaba en vos un único temor, el de ser sojuzgada
Vos no comprendiste mi incapacidad, la de criticar tus medios
Y así te alejaste, tantos años…
Y así te busque esos mismos años.

El día que te encontré Alma, yo era un caballo loco, de contento
No lo pensé siquiera un poco, la alegría de saberte viva,
SI VIVA, aunque no lo creas,
Toque tu puerta te avasalle con recuerdos, te reencontré en la mirada,
Como si se pudiera arrasar con tanta ausencia
Y te deje feliz cargada de promesas.

Solo los días, semanas y meses siguientes aplacaron
la yegua desbocada del encuentro,
Y pude ver lo que la emoción de hallarte me negó el razonamiento
Que no hemos estado lejos sino cerca, ¡casi se cuentan las cuadras ¡
Que hubieras podido hallarme si de buscarme hubieras tratado,
Que quizás y aunque me duela el alma, como llamarme, no has llamado,
Tu no deseas verme, ¡sino yo verte solo he deseado!

No te juzgo, no te critico. Yo te buscaba para alocarnos
Pero como te siento “Amiga”, comprendo, y me hago a un lado
Disculpa que enloquecí al verte, desbordé de alegría,
Acaso invadí tu casa con recuerdos y un pasado que allí no cabía.
Ya no temas, y a pesar de no entender y decir que lo he entendido,

Hazme un favor, solo uno querida Alma, Mi amiga,
Guarda siempre dentro tuyo escondido un poco de esa hermosa locura tuya
Y cuando ella asome, si te place, (solo, si te place), llámame, y salgamos
A dejarnos llevar por donde sople el viento.