Begoña Regueiro Alma Alma soñada
Soñ ada
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Alma Soñ ada Begoña Regueiro
GEEPP Ediciones
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
ALMA SOÑADA de Begoña Regueiro Salgado
1o edición – octubre 2009
© Begoña Regueiro Salgado © de esta edición GEEPP Ediciones
EDITA: Gestión y Edición de Publicaciones Profesionales SL GEEPP Ediciones www.tueditorial.es Ǧ informacion@tueditorial.es
CUBIERTAS: Paco Regueiro Salgado
FOTOGRAFÍAS DE LAS CUBIERTAS: Antonio Flórez
MAQUETACIÓN: Jorrit van der Geld
ISBN: ISBNǦ13: 978Ǧ84Ǧ937285Ǧ3Ǧ3 ISBNǦ10: 84Ǧ937285Ǧ3Ǧ5
DEPÓSITO LEGAL:
SEǦ5545/2009
INFORMACIÓN PARA BIBLIOTECAS: CDU: 821.134.2Ǧ1 SIGNATURA: 821.134.2Ǧ1 Ǧ REG Ǧ alm
IMPRIME: Publicaciones Digitales S.A. Sevilla. Impreso en España.
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
A mis padres
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
AGRADECIMIENTOS
A Carmen Herrero, Rocío Santisteban y Ricardo García, por las palabras que siempre acompañan a las mías para entonar la melodía perfecta.
A Manuel Pereira, por el apoyo, la fe y la amistad.
A mi madre, por enseñarme a ver los cuentos en las estrellas. A mi padre, por creerme capaz de volar y ayudarme a desplegar las alas. A mis hermanos. A mis amigos.
A la letra J. A la J de Jorrit por soñar a mi lado y ampliar las veredas de mis sueños.
Para vosotros, esta alma, siempre.
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
EGO
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Yo amo, yo sufro, yo lucho.
Yo tengo miedo y tiemblo por las noches,
y me escondo.
Yo me muerdo el labio porque estoy nerviosa.
Yo me enfado con el mundo,
y contigo, cuando no me quieres como merezco.
Yo limpio la cara a mis muñecas y abrazo a mis ositos de peluche.
Yo sueño.
Yo sueño por la noche y por el día.
Por la mañana, a media tarde, a la hora de comer.
Yo sueño en todo momento.
Con los ojos cerrados y entreabiertos,
con la mirada perdida.
Yo sueño porque amo, porque sufro, porque lucho.
Sueño porque tengo miedo y tiemblo, y me escondo;
porque me muerdo el labio.
Sueño presente, pasado y futuro.
Yo sueño. Sueño. Sueño.
Porque la vida es una pesadilla de la que sólo me escapo soñando.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Tl
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Escribirte,
para volver a tenerte en doce líneas,
para sentirte,
para imaginar que salió bien,
que era el momento y el lugar,
que éramos tú y yo.
Escribirte para eternizarte junto a mí,
para que nuestro abrazo dure siempre,
para que todos lo sepan.
Escribirnos,
para tener algo que leerte
y que sonrías.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
El sueño de la memoria
Abro los ojos.
Estaba soñando contigo.
Soñaba con caramelos de fresa y helados de limón.
Soñaba que me decías que me amabas más que al mundo,
que me jurabas quedarte conmigo para siempre.
Soñaba que me llevabas a tu castillo.
Cierro los ojos.
Estoy cansada.
Hoy me he vestido de princesa y he jugado contigo.
Venías en un caballo blanco y,
aunque a mí me aprisionaban dragones de mil cabezas,
tú me salvabas.
Abro los ojos.
Soñaba contigo de nuevo.
Estabas a mi lado.
Yo comprenderé tus ansias, decías,
eres tú la única. Como nadie. Como nada.
Cierro los ojos.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Estoy cansada.
Creo que no me queda fuerza y la vida se me hace demasiado pesada.
No sé si quiero seguir buscándote.
Me duele descubrir que no eres tú el que ahora besa mis labios.
No quiero volver a darme cuenta de que las palabras
que llegan a mis oídos
se quedan vacías cuando entran en mí
porque en realidad no son tuyas.
Abro los ojos.
Soñaba contigo.
Estábamos en Roma, en París, Venecia.
Cubrías de besos mi cuerpo y mi lecho de rosas.
Iluminabas mi vida con velas de fresa y luces de limón.
Estábamos jugando a inventarnos el futuro.
Cierro los ojos.
Estás cansado.
Me apoyo en tu pecho suavemente para no despertarte.
Has estado todo el día luchando contra dragones
de angustia y de muerte
para que no se acercaran a mí.
Ahora que sabes que soy feliz,
por βin te duermes.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Y yo estoy a tu lado, velando tu sueño.
Pienso que llevo toda la vida soñando contigo
y ahora no se me ocurre cómo volcar el cielo
para que nunca te falte la estrella que te haga sonreír.
Sólo vigilo tu sueño y te acaricio,
y no sé si estoy despierta
o estoy soñando que estás junto a mí.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Hoy
Hoy estoy enamorada y la vida me sonríe.
El cielo es rosa clarito y las βlores parpadean en reβlejos de colores.
Hay un olor dulce en el ambiente que recuerda
a pan caliente mezclado con violetas.
El viento me hace cosquillas en el ombligo
y las ventanas del metro me guiñan los ojos en suspiros de vaho…
Hasta me ceden el asiento los niños de 30 años con carteras de piel,
y los coches extienden alfombras rojas a mi paso.
Hoy el día se ha vestido de gala.
Y mis zapatos nuevos me acarician voluptuosamente los empeines
continuando la caricia prolongada de las medias en los tobillos.
Sé que esta falda me ciñe la cintura y siento agujas de deseo
clavadas en mi espalda.
Siento abrirse cada uno de mis poros
para absorber la vida, que me sonríe.
Hoy estoy enamorada. Y la vida…
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
La vida se ha levantado con el aliento gris de cada día.
Las βlores luchan por no marchitarse y arrancar destellos
a transeúntes huraños.
El metro huele a miedo y a cansancio,
huele a rabia contenida,
y las baldosas resbalan en la sangre destilada
por las líneas de los periódicos.
Hoy la vida se ha despertado como todos las mañanas.
Y mis zapatos nuevos me muerden en los pies de los niños descalzos
que no juegan;
retumban en mis oídos palabras oscuras de mujeres tristes
y aún siento adherida a mi espalda la mirada de ojos rojos
que se me clavó desde el inβierno a la vuelta de una esquina.
Siento la huida de mi corazón en busca de unos ojos verdes.
Siento a mi corazón abrirse para llorar.
Hoy estoy enamorada. Y la vida no sonríe.
Pero hay unos ojos verdes en los que refugiarse,
hay otro aliento para darme aliento,
otras manos para juntar mis manos
cuando se me deshacen de la impotencia.
Hay otro hombro para aguantar conmigo la tristeza del mundo.
Y así, cada mañana,
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
sin zapatos voluptuosos ni agujas de deseo que me atraviesen,
trataré tan sólo de sonreír para dar a las βlores el aliento que les falta
y refrescar esos ojos que me miraban desde el inβierno.
Trataré de juntar toda la luz que encuentre.
Hoy que estoy enamorada.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Tocar el cielo
Yo creía que podría tocar el cielo.
Creía que tu regazo, tus besos, tu tacto
me elevarían hasta fundirme en azul con un mundo de βlores y estrellas.
Yo creía que podría tocar el cielo.
Y sin embargo, fuera,
siguen muriendo niños con gargantas resecas de pan sin forma.
Siguen cayendo bombas que desgarran sueños.
Siguen perdiéndose en el vacío gritos baldíos de voces blancas.
Yo creía que podría tocar el cielo.
Y sin embargo, dentro,
sigue quedando un rastro de vacío y muerte.
El miedo y la soledad siguen llenando espacios a los que tú no llegas.
Creía que podría tocar el cielo
y sin embargo aún lloro
mordiendo en la almohada palabras que luchan
con las cosas que no cambiarán.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Yo creía que podría tocar el cielo, y sin embargo….
Después de tantos años,
o tan pocos,
me he dado cuenta de que tu abrazo, tus besos, tu tacto,
tal vez no puedan elevarme a un mundo de noches celestes
repletas de luna.
Me he dado cuenta de que tu regazo, tus labios, tus manos
son las que me sacan del fango en el que vivo,
las que se sitúan entre mi cuerpo y la escoria para que no se rocen más.
Son tus brazos, tu sabor, tus caricias,
los que, desde el inβierno,
me permiten seguir soñando con tocar el cielo.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Elocuencia
Hay palabras dando vueltas por mi estómago.
Justo ahí donde choca el aire cuando respiro hondo;
donde se instala el grito y nace la angustia.
Donde rueda la espiral que me presiona al pensarte
y me seca la lengua entre los labios.
Hay palabras chillando en mis pupilas
preparadas para el salto magistral que las lleve hasta tus ojos.
(Sería más elocuente el silencio
si pudiera creer en el calor acogedor de tu mirada.)
Hay palabras danzando entre mis poros,
adheridas a las yemas de tus dedos.
Palabras descolgadas del contorno de mis labios,
ansiosas de entregarse a la punta de tu lengua
para en ella encontrar
la savia necesaria para nacer de nuevo.
Hay palabras
que brotan de mi cuerpo y germinan en tu abrazo.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
ǬY aún te extraña que yo me quede muda?
Si toda mi piel estalla en palabras…
(Sería más elocuente el silencio
si pudieses entender el grito de una caricia.)
Y después, cuando te marches,
y mi piel sea un recuerdo
o un rayo de sol de invierno
que jamás te dio calor.
Cuando te marches,
mi cuerpo gritará solo.
Con palabras desgarradas.
Y yo sí que estaré muda.
Y el silencio callará.
Sin miradas ni caricias
que reclamen su elocuencia.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Lo siento,
ya sabes que la exactitud nunca ha sido mi fuerte.
Nunca he sabido rendirme antes de cruzar la línea
que conduce al fracaso
ni he encontrado el momento preciso en el que la retirada es la victoria.
Nunca he sabido medir la cantidad de amor que puede darse
antes del dolor
ni la cantidad de dolor que es soportable.
No sé calcular
cuánta realidad es necesaria para no salir del mundo en que tú vives
ni cuánta fantasía es admisible dentro del canon de la cordura;
cuál es la línea que separa lo importante de lo absurdo.
Así que
pregúntame si te quiero,
si te recuerdo,
si te llevaré algún día
al territorio imposible de las hadas.
Pero no pretendas que consiga adivinar
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
cuál es la distancia exacta entre tu vida y mis sueños
antes de que nos perdamos.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Sueño de humo disipado
Una vez fui un sueño que tú acariciaste con dedos de humo.
Una vez me soñaste envuelta en nubes y arena, oliendo a sal.
Me soñaste como la mitad del cuerpo que te buscaba,
como la prolongación de los proyectos de tus ojos.
Una vez me soñaste por debajo de la piel,
desde la médula de mis huesos.
Y me soñaste con tanta fuerza
que te metiste en mis sueños enredado en mis pestañas.
Y yo también me soñé.
Me soñé nota volando en tu piano
y corchea blanca adherida a tus manos,
me soñé hada volando a la luna.
Y mar en los ojos. Y sol en el pelo.
Me soñé mágica en una sonrisa.
Me soñé en tu mirada y me miré en tus sueños.
Y me gusté.
ǬQuién creó la mañana para arrebatarme?
Yo maldigo a la aurora y a los rayos del sol;
al día que despierta, al rocío que marcha;
al color blanquecino que ensucia el horizonte.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
ǬQuién creó la mañana para despertarte?
No te marches amor, que aún no es de día.
No te marches a tu luna, hada.
Vuelve corchea, no vueles al viento.
Volved sol, arena, mar.
No me dejéis sola con lo que siempre he sido;
Tan como cualquier otra,
tan vulgar.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Lágrimas
Como un grito de desesperación en un vacío donde Dios no responde.
Como las ganas de abrazar a una estrella que te quema los ojos y se va.
Como la inseguridad de gobernar una vida que no te pertenece.
Yo lloré lágrimas de ácido que destruyeron las sonrisas creadas para ti.
Lloré la alegría de escuchar tu voz
contando historias de princesas con mi nombre.
Lloré sueños que debían mantenerse y esperanzas desesperadas.
Lloré las ganas de besarte y notar tus manos en mi cuerpo.
Lloré la caricia de tu mirada en mi alma.
Y ya abrasados los párpados,
desgarradas las pestañas,
quise reír y no supe.
De nuevo volví a llorar
aunque no quedaban lágrimas.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Legado
Te llevaste mi fe hecha pedazos
el mismo día en que descubrí que el cielo se derrumba desde dentro.
Te llevaste la sangre dulce del que conβía y las alas inútiles de las hadas.
Te llevaste demasiadas sonrisas de mi vida,
demasiados amaneceres en tus brazos.
La noche y la mañana.
Hoy sólo queda
la sal de tu sudor en mis poros y el sonido de tu nombre
en mis coloquios con la luna.
Queda el recuerdo, el tiempo….
La angustia y los ataques de ansiedad
como crónica lembranza de tu ausencia.
Queda un vaso de vodka y algún tranquimazín, que me acompaña
de vez en cuando.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Sueño
Yo soñaba con playas inβinitas de coral.
Con pisadas grabadas en la arena.
Con dunas sin horizonte.
Soñaba eternidades suspendida en tus brazos
sin dragones de angustia ni cristal en los ojos.
Soñaba. Sin βin. Con acantilado abrupto.
Un día soñé con el desierto.
Amanecer adormecido con un sol de otro nombre rozando mis hombros.
Sabor a manzana de humo entre sonrisas etéreas.
Esencia de ti impregnada en mis palabras.
El alma en los ojos corriendo asustada a esconderse en mi piel.
Arena en las manos.
Soñé que no era yo. O que yo renacía.
De dentro o de fuera. De arena o de mar.
De voces que no entiendo y me hacen sonreír.
Un día soñé con un hechizo de piedra entre surcos.
Viento cálido en mis mejillas, y los ojos cerrados
para apresar su tacto en mi recuerdo.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Para no perderlo al despertar.
Para soñar que no despierto.
Sabor a espejismo anisado entre la sal que llora
por la mañana que ha de venir,
mientras las cortinas de una habitación de hotel
se hacen testigo de nuestras conβidencias.
Y ya no te veo.
Y despierto desvanecida.
Y ya no hay humo ni esβinges en mis labios.
Un día soñé que podía soñar todavía.
Soñé abrazos y besos que se fundieron en negro al marcharse la noche
y me dejaron el alma vacía,
los dragones de angustia con más fuego en sus labios
y un cristal endurecido en la mirada.
Hoy sueño que no estoy despierta,
que vivo una pesadilla.
Sueño que no es verdad que no queden playas ni desiertos.
Que no es verdad que el sol me ignore.
Sueño que la arena aún espera mis pisadas.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Desnúdame
Desnúdame.
Desnúdame de alma para arriba y de cuerpo para abajo.
Quítame todas las capas, hasta llegar a mi piel desnuda.
Desnúdame despacio. Sin que lo note. Poco a poco. Que no duela.
Desnúdame aunque me queje, aunque te ruegue que no lo hagas;
aunque llore, aunque grite, aunque me escape.
Desnúdame.
Arranca mi abrigo de palabras impermeables
para que la lluvia vuelva a estar fuera de mí.
Desnúdame de sus besos.
Baja lentamente sus huellas dactilares por mi espalda,
para que sus caricias caigan y dejen al descubierto mi piel.
Quita los sueños de encaje que están más dentro de mí;
y verás partes de mi alma que nunca han visto las nubes.
Desnúdame los vidrios de los ojos, endurecidos de angustia,
para que pueda llorar lágrimas nuevas.
Y cuando ya esté desnuda, cuando comience a temblar…
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Bésame. Bésame frenéticamente. Con deseo. En cada rincón
de mi cuerpo recién nacido.
Bésame con ansia. Que note tus labios cálidos.
Para saber que aún existe algo que es de verdad.
Y después, muérdeme.
Muérdeme con fuerza. Hasta que sangre.
Para olvidar que me dolía el alma y ser tuya
durante la eternidad de este segundo.
Desnúdame, bésame, muérdeme.
Pero luego calla.
No digas nada.
Porque a veces,
con demasiada frecuencia,
las palabras duelen
al mentir.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Maneras de hacerme el amor
Vamos a empezar suponiendo que te importo.
Da igual que me mientas si tus manos me convencen.
Vamos a empezar reconstruyendo la vida que envuelve este momento,
no quiero que se sienta
solo y perdido en medio de la nada.
Mírame con ternura,
como si me quisieras.
Atraviésame el alma con los ojos,
disuelve mi corazón entre tus dedos
y comienza a acariciarme cuando quieras.
Sin dejar de mirarme, eso sí.
Para que no se te olvide que soy yo,
para que no se me olvide que lo sabes.
Susúrrame al oído y a la piel.
Cuéntame cómo reían las estrellas,
cómo se escondió la luna
al ver nuestras posturas imposibles.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Recuérdame cómo paró el mundo
para que explotásemos nosotros,
cómo el tiempo nos guardó un instante
en medio de las horas irreales.
Háblame al oído y a la piel,
con cuentos y cicatrices.
No te calles.
Di mi nombre.
Mírame.
Para que no se te olvide que soy yo,
para que no se me olvide que lo sabes.
Bésame entre los ojos y en las sienes,
en el hueco que se esconde entre mis hombros.
Dime que mi piel sabe a vainilla
que recordarás mi espalda en el verano.
Di que cada pliegue de mi cuerpo
había sido imaginado por tus manos.
Y mírame siempre.
Para que no se te olvide que soy yo,
para que no se me olvide que lo sabes.
Y no te duermas cuando los relojes vuelvan a marcar las horas.
39
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Suéñame consciente y en tu abrazo.
Y dime que me quieres,
aunque sea mentira.
Dame un segundo de sosiego
antes de dejar que tu sudor
empiece a escocerme en las heridas.
40
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Marzo
Es imposible crear un mundo nuevo mientras todo conserve el nombre
que tú y yo le pusimos.
Es la forma de ver las cosas, la manera de nombrarlas.
Es la creación del mundo lo que se cae ahora que no estás.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
En mis poros
No quieres marcharte.
Tu piel se adhiere a mi piel,
tus pupilas a mis ojos.
Y no quieres irte.
Me bebes hidrópicamente el alma,
por dentro y por fuera,
mi sangre y mi mar.
Me absorbes.
Y no quieres marcharte.
Te agarras a mis entrañas
como el hijo que no será
y me desgarras por dentro
con el recuerdo de lo que fue.
Y te instalas en mi centro.
Y no te marchas.
Y mis ansias te abrazan y te lloran
y mi pensamiento huye
y mi sombra se ríe de mí.
42
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Porque no te echo.
No quieres marcharte
y mi vida se enclava en el país de los sueños rotos.
Soy sólo añicos
que no se recomponen porque te marchas y los separas.
Y grito mientras te abrazo,
te lloro, te echo, te llamo.
Y no te vas
o no te dejo irte.
Y no me recompongo en fragmentos que se parten.
Y no me voy
o no quiero marcharme.
43
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Desamor: último tributo
Duele imaginarte como un recuerdo.
Duele convertirte en palabras escritas cuando echo de menos
la sensación de añorarte.
Duele verte y que no me tiemble el mundo o se me derrumbe el alma.
Duele la amputación de tu mirada caprichosa.
Duele el cuerpo frío que deja el deseo.
Porque el estómago se me llena de telarañas y ya no se contrae al verte.
Porque me siento vacía, como el poeta que se retira o el suicida que piensa
haberlo hecho todo.
Porque las almas gemelas se me deshacen en los dedos
dejando ceniza en mis yemas.
Porque al no soñarte, ya no sueño. Y duele.
44
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Conoces mi voz,
la conoces de sobra,
con todas sus modulaciones e inβlexiones,
con los distintos tonos que adopta según su interlocutor.
Sabes cómo se quiebra justo antes del llanto
y cómo desaβina en medio de la risa,
cómo tiembla y se esconde
cuando estoy nerviosa o tengo miedo.
Escuchaste mi voz en tantas ocasiones,
con tanta atención,
en situaciones tan diversas,
que resulta aún más absurdo
que ahora me esté preguntando
si debo decir mi nombre
si salta el contestador.
45
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Hay motivos para ser feliz aunque no existas.
Sigue habiendo sol, estrellas, luna…
y otros muchos tópicos color pastel.
Hay muchos motivos para ser feliz aunque no existas.
Ya no necesito inventarte.
No lo necesito.
No te necesito.
Hay millones de motivos para ser feliz aunque no existas.
Podré recordarte cuándo quiera,
volver a crearte en mi memoria.
Habrá versiones mejoradas de ti.
Pero ahora no.
Hay miles de millones de motivos para ser feliz aunque no existas.
Para no echarte de menos.
Para no lamentarlo.
Y seguir.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
A veces la realidad no es más que un pretexto,
el lugar para que nos encontremos en un momento dado,
el instante en que tú te instalas en mis ojos y sonríes.
Vas disfrazado, lo sé; pero no importa.
Tu disfraz me revela tus deseos,
tu idea de Dios y del mundo,
con él eres sólo quien anhelas ser
y me gusta guardarte el secreto.
Yo también me haré sitio en tus pupilas
con mi disfraz de pájaro y poeta
para que sepas que un día volaré.
Después la realidad se borrará y los dos la olvidaremos para siempre.
Escondidos más allá de nuestros párpados
lo que existe es poco más que desdeñable.
Lo presente resulta tan insulso al lado de recuerdos y de sueños…
Y de pronto, seremos inmortales,
y este amor, o lo que sea,
ya no se escapará.
Conservaremos huellas
47
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
de lo que nunca llegamos a tener;
respiraremos sin que el aire duela
y será fácil decir te quiero.
48
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
VACÍO
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Mamá
Mamá contaba cuentos de nubes vaporosas y de lunas mordidas
en el cuarto menguante.
Mamá cantaba…
Mamá regalaba sonrisas de reβlejos luminosos que acariciaban
mis rizos de niña.
Mamá cantaba.
Canciones de cachorros que saltaban a mi alrededor.
Mamá acariciaba con manos nacidas para acariciar.
Con dedos de uñas de hacer cosquillas y yemas de duérmete.
Mamá cantaba canciones de polichinelas, y niños, y gatos.
Mamá cantaba muñecas vestidas de azul y músicos que iban al cielo
a cantar a las estrellas.
Por eso,
cuando un rayo de luna
vino a buscarla para que durmiese al cielo,
no supe si tenía derecho a llorar.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Noches de papeles arrugados
Estoy en una habitación de luz fría.
Los papeles arrugados gritan en medio del caos conceptos vacíos
que resbalan por mis párpados.
Estoy intentando borrar de mi mente las olas, la sal, la vida;
borrar los labios que me besan y el deseo que me roban unos ojos.
Intento arrancar de mi piel la arena que brilla y los hilos de plata
que me arrastran al océano.
Mientras, tú estás en la noche.
La música que acompasa tus movimientos llega hasta mí.
Estás en la noche y no sé si lloras o ríes…
o cantas moviendo los labios detrás de los cristales de un coche.
No sé si al dibujar ojos que vigilen el mundo quieres sentirte un dios
o, tan sólo, quieres ver por ellos la sonrisa azul
que me arrancas por las mañanas.
Estás en la noche construyendo universos con reβlejos fugaces.
Y mientras, yo,
con la luz fría de la lámpara de ayer,
los voy hilvanando para encontrar mundos que escribir
en noches de papeles arrugados.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Si las sirenas amasen
Me siento delante del mar y dejo que la sal me cale el alma.
Cierro los ojos y respiro bocanadas de recuerdos.
Y confundo el ayer, el hoy y el siempre.
Las olas luchan en una carrera frenética sin saber
que la que antes llegue a la orilla
será la primera que desaparezca absorbida por el cielo y la tierra.
A mi espalda corren en tropel, tropiezan nombres, fechas, lugaresǥ
sin saber
que el que antes llegue a mi mente
será el primero en evaporarse en forma de lágrima.
A lo lejos el faro va a encenderse,
recuerdo las noches en que se apagaba
para que unos ojos iluminasen el mundo,
las noches en las que los barcos ya no buscaban el norte
sino la luz de unos ojos de sirena
que se marchaban al alba dejándolos perdidos para siempre.
Las sirenas huían, pero, Ǭamaron alguna vez?
Sonrío, porque sé la respuesta o porque creo saberla.
Un haz luminoso oculta por un momento el reβlejo marino de la luna.
Las luces del mundo se funden en una sola y parece
53
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
que no hay nada más;
como cuando una sirena te mira y sientes
que si ahora dejase de mirarte
te hundirías para siempre en el país de los pozos oscuros
donde las sirenas cierran los ojos eternamente y los marineros mueren.
De desesperación.
Lloro, porque yo también estuve muerta entre las algas
buscando en las conchas un resplandor verdoso
que me recordase su mirada.
A lo lejos un delβín salta intentando besar a la luna.
Me recuerda a mí misma tratando de abrazar a una sombra de espuma
que se marchaba.
Un tumulto de recuerdos lucha a mi espalda. Corren, tropiezan.
Veo una sombra que salta tras el delβín queriendo abrazar
la aleta enamorada.
El primer recuerdo de esta tarde se evapora
y su sal me escuece en las mejillas.
Yo también fui sirena
y también cerré los ojos a los marineros muertos
que buscaban un resplandor verdoso a mis pies.
54
Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
El sueño de Jan Parranda
Luz fuera. Se abre el micro. Comienza la función. La palabra. Una voz
irrumpe y todo lo demás desaparece.
Hasta hace un segundo sentía tu piel tan dentro que me dolía y aún
respiraba tu aliento impregnado en mis labios.
Pero ya no existes.
Sólo la palabra y un vaso de vino.
Ya no dueles.
Ha desaparecido el miedo de traicionar a la que soy
cuando cierro las ojos.
Ya no me asusta que el tiempo se trague mis sueños y la vida
se atragante
y me escupa.
Sólo la voz, sólo una luz. La palabra.
Ya no se me cierra el estómago pensando en la deserción
de todo lo sublime.
Ya no siento vértigo pensando en lo que será, porque ya no hay futuro.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Y cuando esté ahí arriba, cuando sea mi voz la que suene, seré el centro
del mundo y la mirada se me llenará de mar y atardeceres.
Y ya no dudaré
de mis ojos, ni de mis manos, ni de mi voz.
Me fundiré con la que vive tras mis párpados
por un segundo.
Pero después…
Volverá la luz, se cerrará el micro, y la palabra tornará a instalarse
entre mi garganta y mi alma.
Y de nuevo estarás ahí; y me mirarás.
Y tu piel volverá a dolerme. Y temblaré.
De nuevo el tiempo acechará para engullirme,
Y mis sueños se replegarán huyendo.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Recoletos, no…
Una tarde a solas. En la penumbra. Rodeados de silencio.
Tú me hablas con palabras de tinta y me cuentas los secretos
que los demás no saben.
Yo te escucho y me pierdo en tu mirada.
Y sonrío hacia dentro al comprenderte.
Y te echo de menos en todos los momentos en los que no te tuve.
El tiempo se para; y Meβistóteles prolonga mi regalo.
No necesito nada más que acariciarte.
Eres suave como la adolescencia perdida y la inocencia.
Me haces descubrirlo todo como una niña.
Ver el mundo creado por tu mirada es habitar lo soñado.
Y me gusta.
Y me gustas.
Aquí, entre mis dedos, para siempre.
En mi soledad.
Tu ausencia será un velo gris cubriendo mis ojos mientras me alejo.
Tu última luz brillará en la ternura de miles de farolas.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Ausencias
Sonrisas artiβiciales estallan en el cielo en colores estridentes.
Todos los ojos las miran y murmuran.
Inefable.
Indeβinible silencio.
Vacío inexplicable.
Soledad.
Ausencias que no se llenan y dejan vacía el alma.
Por encima, la Luna aún está triste.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Malas cartas
Siempre malas cartas.
A pesar de las jugadas extras y los ases furtivos,
nuevas malas cartas,
aun cuando vuelvo a ilusionarme conβiada en la suerte.
Esta estrategia me aburre.
Quiero dejar de jugar.
Parece un chiste macabro
que no pueda levantarme y abandonar la partida.
Esto ya no me divierte.
Y de nuevo malas cartas.
Siempre malas cartas.
Que llegan, llegan , llegan…
que seguirán llegando,
cuando ya no crea en nada,
cuando mi fe se haya muerto;
cuando la única salida
consista en cerrar los ojos
y olvidar que estoy aquí.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Donde habite el olvido
Lejos.
Llévame lejos.
Al país de los abismos sin fondo y sin salida;
al de los espejos desahuciados.
Llévame al país de los corazones ciegos
donde el vértigo de la memoria es un salto al vacío.
Quiero morirme un segundo y descansar.
Llévame al país de los ojos vendados, de las noches sin luna ni gobierno,
de las sábanas negras y envolventes.
Lejos. Llévame lejos.
Adonde habite el olvido y el silencio, adonde habite la muerte.
Quiero morirme un segundo.
Y descansar.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Saltar
Es cuando la esperanza ha demostrado su absurdo.
Cuando el ya veremos se convierte en no.
Es el cerrarle los ojos a los muertos.
Es cuando sabes la mentira del ánimo,
cuando el silencio ya no es un sueño.
Cuando descubres que estás lejos
y que nunca, nadie, va a llegar.
Es cuando no te esclavizan los anhelos.
El reino del ya da igual.
Cuando ya no queda sitio para el miedo.
Y te sientes libre.
Y saltas.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Desierto
Y qué más da. La vida es así; y basta.
Cielo negro y suelo imantado en dunas de asfalto.
Y qué más da si el viento escuece en los pulmones; si es demasiado
denso.
Qué más da si duele en los ojos o escuece en las mejillas
la rabia contenida de los siglos.
Qué más da que todo quede lejos y fuera al otro lado
del mundo y de mis dedos.
Qué más da que el grito se me instale en la garganta y la angustia
haga su reino en mis costillas.
Qué importa que tu espalda quede lejos…
Si ya no tengo voz para llamarte; ni aliento que recuerde que estoy viva.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Relevancia
Saber que lo necesario no es más que eso, necesario;
pero conseguir disfrutar de esta bocanada de aire,
es de verdad importante.
Como el beso de las βlores,
como el secreto de la espuma,
como el darme cuenta de lo irrepetible de este momento junto a ti.
Saber distinguir lo accesorio de lo que quedará al βinal,
cuando cierre los ojos
y en medio de la oscuridad
sólo brillen dos o tres estrellas.
No necesitar ponerle nombre a lo inefable,
límites a lo inβinito
o cuerpo a lo soñado.
No necesitar que seas tú ni nadie.
No necesitar dar forma a lo absoluto.
ǬQué quieres?
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Aún no he crecido tanto como para entender
que las llamas en el pecho son un regalo,
que la insatisfacción signiβica que tendrás más,
que poder llorar desde el recóndito hospedaje de los sueños muertos
es lo que nos hace especiales
y nos une esta noche
en la que no para de llover.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
LUZ…?
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
A veces
A veces, llegados a un punto del camino, uno decide no mirar atrás
para no ver el llanto que ha dejado a su paso.
A veces, uno preβiere cerrar los ojos, y no sentir el miedo que reside
en la parte del estómago donde nacen los gritos.
A veces.
Pero, a veces, de pronto, el camino se vuelve verde, o azul; y a veces,
sólo a veces, uno se cree casi con derecho a sonreír
y darle una palmada en la espalda a la vida.
Porque las heridas se curan o las curamos.
Porque los fracasos se olvidan como los instantes que siempre
recordaremos.
Porque en una esquina hay un niño que exige que sonrías una vez más.
Porque las lágrimas no matan.
Pero a veces, sólo a veces, el río se remansa
y el camino para en un recodo
a contemplarlo.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Y la vida se dibuja entre las ondas con el color de la esperanza
que ya se fue.
El verde derrota de tu mirada se funde con las ansias muertas
y hay un βlujo de fuego entre el sol y tus ojos.
Y no se sabe cuál de los ángeles llora hoy.
Y la sonrisa se congela en una mueca.
Es el duelo por los caídos.
Es la palmada que la vida te devuelve
y te desploma.
A veces, uno se hunde en el lodo y, a veces, sólo queda fuera
un brazo extendido hacia la nada,
esperando la mano que lo sujete y le haga creerse
casi con derecho a sonreír y darle una palmada en la espalda a la vida.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Veo, veo…
Tienes que buscarla en las cosas pequeñas.
Acecharla cuando no se da cuenta.
No descuidarte jamás.
Puede estar enroscada en el sello de la carta del gigante de un poeta;
en una luz de Navidad
o en un remolino de hojas.
Puede esconderse entre las páginas de un libro,
en un gorrión que se posa entre las ramas
o en el brillo de los ojos de un gato en la noche.
Puede esperarte en el beso del último sueño de la mañana,
o en el dulzor de la mermelada del desayuno de un domingo.
Tienes que buscarla dentro de ti.
En el pliego de tu cuerpo que se eriza en un abrazo.
En tu piel, cuando el viento la acaricia y se enreda en un tirabuzón
que va llenando tu espalda y tus oídos de secretos de aire.
En el sobresalto de tu estómago y el temblor de tu mundo en el instante
de una caricia.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
En tu lengua, cuando deshaces contra el paladar
una pastilla de chocolate.
En los dedos que tocan el mar y las huellas que roban a la arena
el privilegio de tranquilizar a los caballos de espuma.
En los ojos que vuelan con las gaviotas.
En los pulmones llenos de sol.
En los labios que respiran su aliento y se tensan para explotar
en besos eternos.
Tienes que buscarla en cada instante, en cada esquina del mundo.
Será diβícil.
Puede parecer que nunca vas a encontrarla;
pero, a veces, la felicidad se dará a conocer.
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Al Al ñ ñ d d fi fi l l d d df df / / / /
Brindis
Compañeros, vamos a darnos a la bebida y a los versos.
Bebamos las nubes rosas del atardecer y el sol inmenso de las mañanas.
Bebamos la espuma del Atlántico, adornada con dunas blancas.
Yo, voy a beberme tus ojos; y, en ellos, tus recuerdos y tu alma.
Voy a beber tus caricias y el roce de tus labios en mi lengua.
ǩBebamos, compañeros!
El ansia por la vida de los niños,
la fe ciega de los que se βingen locos,
la libertad sin límites del viajero.
Vamos a bebernos la ingravidez de los sueños y las horas robadas
a la realidad.
ǩBebamos!
Vamos a beberlo todo.
Mantengamos la ebriedad.
Para que los días secos de resaca
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sigamos teniendo algo
con que sofocar la sed.
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Begoña Regueiro Salgado (Madrid, 30 de enero de 1981) es doctora en Literatura Española por la Universidad Complutense de Madrid, donde realiza su labor de investigación centrada en la poesía y la poética del Segundo Romanticismo español. Desde 2000, es codirectora de la Revista de Creación Literaria Otras Palabras, en la que, además de dar cabida a los escritores noveles, han participado escritores como Lorenzo Silva, Luis García Montero, Benjamín Prado, Manuel Pereira, Jesús Urceloy y Luis Alberto de Cuenca, entre otros. Además de la publicación regular de poemas, cuentos, editoriales y reseñas en Otras Palabras, la autora ha publicado varios textos literarios en revistas de creación o divulgación cultural como Mephisto, Cuarto Creciente, Madrygal o Quebrados. Además, con Otras Palabras, el sueño de dar vida a la poesía, la ha llevado a embarcarse en diferentes tipos de recitales y actuaciones poéticas que, hasta la actualidad, son el foco de luz y aire de una vida, que en lo vocacional, lo profesional y lo pasional gira en torno a la poesía.
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ÍNDICE
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ÍNDICE DE TÍTULOS Y PRIMEROS VERSOS
EGO
Yo amo, yo sufro, yo lucho 13
Tl
Escribirte 17 El sueño de la memoria 18 Hoy 21 Tocar el cielo 24 Elocuencia 26 Lo siento 28 Sueño de humo disipado 30 Lágrimas 32 Legado 33 Sueño 34 Desnúdame 36 Maneras de hacerme el amor 38 Marzo 41 En mis poros 42 Desamor: último tributo 44 Conoces mi voz 45 Hay motivos para ser feliz aunque no existas 46 A veces la realidad no es más que un pretexto 47
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VACÍO
Mamá 51 Noches de papeles arrugados 52 Si las sirenas amasen 53 El sueño de Jan Parranda 55 Recoletos, n͑… 57 Ausencias 58 Malas cartas 59 Donde habite el olvido 60 Saltar 61 Desierto 62 Relevancia 63
LUZǥ?
A veces 67 Veo, veo… 79 Brindis 71
Al ñ d fi l d df / / Al ñ d fi l d df / /
Este libro se acabó de imprimir en Sevilla,
el 28 de noviembre de 2009.
Imprime Publidisa, C/San Florencio 2, Sevilla.
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